martes, 16 de junio de 2015

MATEO 15:11

No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre. Mateo 15:11

Las personas que viven hablando mal de otras, o las que solo pasan ofendiendo y las que solo usan malas palabras; cuando te digan ser alguien bueno y de confianza, tan solo mira la forma en que habla, y si te vive hablando mal de los demás, probablemente lo que te diga a ti de otros le dirá también a otros de ti...

Los que ofenden y son negativos, tan solo buscan resaltar las imperfecciones de otros para ocultar sus propias.

Mujer o hombre: Si alguien busca conquistarte y es cortes contigo, pero con sus amistades o personas cercanas a el o ella habla solamente vulgaridades y malas palabras, no creas que porque al principio esa persona intenta darte una buena impresión, no significa que tus hijos no heredaran su mal vocabulario y malas influencias.

Porque algo característico del hombre carnal es que una vez obtiene lo que quiere, y no tienen que fingir apariencias, se transforman en quien realmente siempre han sido..

He aquí la diferencia de una persona carnal y una que vive espiritual mente en el señor:

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros. Gálatas 5:16-26