viernes, 15 de mayo de 2015

BESO APASIONADO


Ella cerró la puerta de su habitación y se hundió en un beso apasionado con su amado.

El comenzó a avanzar y ella a retroceder y ambos cayeron en la cama bruscamente.

Ella estaba toda agitada, su respiración entrecortada y sus mejillas rojas.

ÉL la veía más hermosa que nunca.

Ella no tenía experiencia y su corazón no dejaba de palpitar de nervios y de excitación.

El, que era más avanzado, trato de no ser muy duro con ella. Corrió los cabellos que tenía ella en su cara y sujetándola suavemente comenzó a besarla.

Sus labios eran suaves y saboreaban los de ella en cada beso. Recorría su boca entera, el labio superior y el labio inferior. Primero con besos cortos y después con besos largos que les quitaban la respiración.

Ella no podía pensar en nada, solo se dejaba llevar por lo que el hacía hundida completamente por la pasión.

El dejo de besar sus labios para pasar a su cuello, con pequeños besos que a ella le causaban un hormigueo por todo el cuerpo.

El cuerpo de los dos estaba ardiendo, y el sin poder soportar ese calor se apartó del cuello de ella y se quitó la camisa. Luego lentamente le quito la remera a ella y sigue besándola dulcemente.

Las manos de el comenzaron a bajar por el cuerpo de ella, acariciándola y causándole miles de sensaciones diferentes.

Se detuvo en la falda de ella, y abriéndole el cierre comenzó a deslizarla por las piernas de ella.

Ella completamente en ropa interior, sintió una vergüenza que jamás había sentido antes.

Se volteó en la cama, dándole la espalda a el, con las manos tapándose su cara completamente roja.

El sonrió dulcemente y acercándose al oído de ella le susurro:

-¿Que estás haciendo?

-Esto es muy vergonzoso- le dijo temblorosamente

El sintió que en ese momento la quería como nunca antes la había querido.

Poso sus manos sobre la hebilla que sujetaba el corpiño de ella y lo desabrocho.

Corrió los breteles a un costado y comenzó a besarle la espalda.

Ella no podía creer lo que el hacía, se sentía terriblemente avergonzada, pero no quería que parara, definitivamente no quería que parara.

El se acercó nuevamente y le dijo -Voltéate-

Ella obedeció. El le quito completamente el corpiño y sin apartar la mirada de ella le dijo:

-Cierra los ojos- Y ella así lo hiso.