domingo, 10 de mayo de 2015

SABIDURÍA

Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuro un "chivo expiatorio", para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendria escasas o nulas oportunidades de escapar al terrible veredicto: la horca!! El Juez, tambien complotado, cuido no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de él tu destino: Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras "culpable" e "inocente". Tu escogeras y sera la mano del Dios la que decida tu destino.

Por supuesto, el mal funcionario habia preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE" y la pobre victima, aun sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No habia escapatoria.

El Juez conmino al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiro profundamente, quedo en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrio los ojos y con una extraña sonrisa, tomo uno de los papeles y llevandolo a su boca lo engullo rapidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente...

"Pero que hizo...? !! Y ahora...? Como vamos a saber el veredicto...?!

"Es muy sencillo, respondio el hombre...." Es cuestion de leer el papel que queda, y sabremos lo que decia el que me trague..."

Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado, y jamás volvieron a molestarlo.