En esta vida siempre tendrás 2 opciones: Controlar tus emociones o dejar que las emociones te controlen a tí.
Los celos, por ejemplo, son una manifestación de miedo. Miedo de no ser “tan bueno” como alguien más, miedo de ser abandonado porque no eres “perfecto” o “el mejor”.
Conoce el tipo de situaciones que te causan cada emoción y aprende a notar la diferencia entre el enojo y el miedo, a veces varias emociones pueden surgir al mismo tiempo y tal vez la persona que las está sintiendo no puede distinguirlas. También es bueno reconocer una emoción en el momento en que se materializa, en lugar de dejar que crezca y se intensifique. Lo último que quieres hacer es ignorar o reprimir tus sentimientos, porque si estás leyendo esto, probablemente sepas cuándo haces eso, y esos sentimientos tienden a empeorar y estallar más delante.
Por eso no te agobies ni permitas que el actuar de alguien más te afecte, pues a veces nos alimentamos con sentimientos de frustración, tristeza o desanimo por preocuparnos por alguien más y te olvidas de ti mismo. Por último y lo más importante es que pidas a Dios serenidad a tu espíritu y desde ese momento notaras la diferencia, pues la paz inundara tu corazón.
Los celos, por ejemplo, son una manifestación de miedo. Miedo de no ser “tan bueno” como alguien más, miedo de ser abandonado porque no eres “perfecto” o “el mejor”.
Conoce el tipo de situaciones que te causan cada emoción y aprende a notar la diferencia entre el enojo y el miedo, a veces varias emociones pueden surgir al mismo tiempo y tal vez la persona que las está sintiendo no puede distinguirlas. También es bueno reconocer una emoción en el momento en que se materializa, en lugar de dejar que crezca y se intensifique. Lo último que quieres hacer es ignorar o reprimir tus sentimientos, porque si estás leyendo esto, probablemente sepas cuándo haces eso, y esos sentimientos tienden a empeorar y estallar más delante.
Por eso no te agobies ni permitas que el actuar de alguien más te afecte, pues a veces nos alimentamos con sentimientos de frustración, tristeza o desanimo por preocuparnos por alguien más y te olvidas de ti mismo. Por último y lo más importante es que pidas a Dios serenidad a tu espíritu y desde ese momento notaras la diferencia, pues la paz inundara tu corazón.
